Leo el reportaje que Rogely.W ha colgado en su blog sobre el concierto de Roger Waters en el O2 Arena de Londres (el Millenium Dome del arquitecto Richard Rogers), fruto de la excursión que algunos conocidos -con alguno de los cuales tuve el placer de compartir el concierto de Lisboa hace ya unos años- hicieron y donde parecen haberse desquitado de cualquier mala espina clavada que les hubiera quedado del concierto de Granada, y me han asaltado las ganas de dejaros unos testimonios que circulan por la red para dejar constancia de ellos. Podréis en ellos observar también la amplia variedad de cerdos que usa Waters en los conciertos, todos con mensajes reivindicativos.
El primero es precisamente el majestuoso vuelo del cerdo en Londres, guiado por pequeños motorcitos eléctricos. Eso que podéis ver próximo a la zona donde estarían los genitales (perdón por el eufemismo) del animalito, y lo que podéis observar debajo de su rabo (y esta vez no pido perdón, pues me refiero a la cola retorcida de Algie), resulta evidente que es el sistema de pilotaje empleado en Londres. Es evidente también que no resulta un sistema absolutamente fiable en conciertos al aire libre, como pudo ser el caso de Atarfe.
En este otro vídeo, colgado a principio de mayo y con anterioridad al acontecimiento de Granada, se puede observar el sistema de guía mediante cuerdas empleado en Atarfe (lo que veis aquí en la posición de los motorcitos de vuelo del otro cerdo esta vez sí es lo que explícitamente parece, por si acaso alguien tiene alguna duda) y el conato de atrapamiento del cerdito que hubo en dicho concierto, que tuvo lugar en Dallas. Si buscáis en youtube, encontraréis algún video más al respecto.
Por tanto, nos encontramos con que lo de Granada no fue un hecho aislado, sino que hubo antecedentes (recordad también la fuga del cerdo en uno de los conciertos de la gira americana tan solo unas semanas antes, en Coachella, del que podéis ver cumplido testimonio en el vídeo precedente, justo al final de la canción, hacia el minuto 2). De este incidente hay bastantes noticias, puesto que la organización llegó a ofrecer una cuantiosa recompensa de 10000$, lo cual nos puede dar idea del valor que el cerdito puede tener.
..Y aquí lo vemos siendo destrozado salvajemente en España, a pocos metros de donde nos encontrábamos nosotros... Pobre obra de arte de "El niño de las pinturas"...
Todavía no se había deshinchado en su totalidad y, mientras algunos lo hacían servir de colchoneta (quizás fruto de la embriaguez provocada por los escapes del helio o por la ingesta de alcohol, se aceptan apuestas), al fondo ya podíamos observar como iba siendo destrozado y hecho retales. Hasta nosotros, que no tuvimos más participación en los hechos que colaborar para intentar llevar el cerdo a mejor puerto cuando iba pasando de mano en mano, conseguimos después de acaecidos los tristes hechos rescatar algún retal de Algie que, evidentemente y como buenos fans, conservamos de recuerdo.
Y ahora viene la reflexión... Primeramente, no quiero excusar a los sarracenos que sin ningún tipo de civismo ni respeto ni educación acabaron destrozando el cerdo. Para los no entendidos, entre los cuales seguramente se encontrarán estos inconscientes, reclamo atención sobre el parafraseo que hace Waters en el álbum en cuestión (Animals) de las metáforas de George Orwell en su libro Rebelión en la granja, para que cada uno se aplique el cuento... siempre es mejor leerlo por uno mismo a que te lo cuenten...
Sobre las acusaciones que se vierten sobre el comportamiento de estos individuos y la generalización al nivel cultural en España, vistos los antecedentes, querría dejar claro que individuos de estos los tenemos en todos sitios, y ha quedado demostrado en los vídeos anteriores, por si acaso alguien tiene dudas. Por más que se quiera aducir con ánimo de insulto que siempre hay una mayoría de público de las proximidades, en conciertos como éste en que además el elevado precio de la entrada ya supone un filtro de la gente que puede asistir y se produce un desplazamiento masivo desde lugares tan distantes incluso como los vecinos países, situado además en zona tan turística y poblada de residentes extranjeros como lo es el sur de España, y ante un artista tan lejos de los circuitos comerciales en nuestro país que hay que explicar quién es porque una gran parte no lo conoce por su nombre, y que la media de edad de los asistentes no lo podría englobar dentro del grupo de conciertos pueriles para quinceañeros, es de suponer que la mayor parte de las 25.000 personas que asistimos al concierto teníamos nuestra cultura, no sólo musical.
Finalmente, la lamentable situación no hubiera podido darse si no hubiera sido favorecida por la permisividad conjunta de la masa del público, de la organización y del equipo de Roger. Nadie impidió a los exacerbados hacer el cafre. Además, si hubo una fuga anterior, y algún conato de atrapamiento del cerdo en los conciertos previos, y yo mismo vi en Granada a los miembros del staff de Roger pasar a rescatar al cerdo cuando fue retenido por la gente y ser abandonado posteriormente a su suerte... algo me da en la nariz que el valor en dinero de estos materiales es siempre relativo comparado con las consecuencias que pueden tener ciertos acontecimientos (pensad en cuál será el fin de los cerdos una vez acabada la gira, quizás difiera poco de sus homólogos de carne). Y en este caso, con los patentes mensajes pro-candidato e inmersos en una campaña electoral tan dilatada en el tiempo como en los ámbitos a los que llegan sus ecos y en su publicitado, desmesurado y obsceno coste, el dejar que la gente desate sus más bajos instintos puede tener un coste calculado. It all makes perfect sense, dice Roger.
Y eso no es óbice para que airee aquí a los cuatro vientos internetarios que las reflexiones en forma de canción con hermosa letra de Waters en su álbum Amused to death y tanto los mensajes reivindicativos de los audiovisuales del concierto como los contenidos en la panza del cerdito ("todas las religiones nos separan", "el miedo construye muros") me parecen de lo más apropiadas en la situación en la que nos encontramos. Para alguien que quiere ser optimista, quizás una forma de esperanza se pueda manifestar con ese "yes we can" que pretende apoyar Waters, aunque sólo sea por contraposición a lo que "sí, pueden hacer" -y de hecho nos han estado haciendo- sus oponentes.